martes, 1 de junio de 2010

Reproduccion de: Raros, raros, muy raros


Muchos de los jóvenes que son llamados nerds o frikis hoy en día, pueden ser el próximo Bill Gates o Donald Trump. Actualmente ir contra las masas es algo excepcional. Los investigadores han determinado que la variabilidad de la especie puede llegar a ser un valor para la supervivencia. Así se ha olvidado la tendencia general de la normalización. Y se ha llegado a aceptar la peculiaridad como llave para una vida exitosa.

Edgar Allan Poe se expresa así: “Los hombres me han llamado loco, pero aún está por aclararse si existe la locura o si no se trata de las más elevada inteligencia… Si mucho de lo que es maravilloso, si todo lo que es profundo, proviene de desvaríos del pensamiento de los humores de una mente exaltada a expensas del común entender”. Como Poe dice, mucho de lo maravilloso que poseemos proviene de la “locura” de personas que fueron criticadas por sus ideas. Esa inteligencia suprema ha transformado nuestro mundo en cada una de sus eras. Lo que antes se creía una inadaptación al ambiente, hoy por hoy es la llave del éxito. Y a mi entender, ir en contra de las masas puede resultar más beneficioso que llevar una vida ordinaria. Si deseamos realmente ser diferentes reafirmaremos una realidad ya existente: “Todos somos iguales, exactamente diferentes.”

Nuestra sociedad ha cambiado su manera de pensar. Lo poco habitual es un tema interesante para analizar. David Weeks ha determinado que las personas extravagantes poseen una personalidad caracterizada por el inconformismo, el idealismo y la obsesión por sus aficiones además que gozan de más salud que las personas comunes. En el mismo proyecto Weeks afirma que los grandes creadores de la historia son excéntricos entre ellos: Darwin, Kepler, Einstein, Galileo, Newton, etc. Sin sus descubrimientos o invenciones nuestro planeta no seria como es actualmente, esto apoya el valor evolutivo de la versatilidad de nuestra especie. No es fácil de rechazar para la humanidad, la importancia de estos excéntricos personajes, así se puede comprobar que realmente hemos cambiado de parecer en cuanto a lo poco habitual.

Ahora bien, la aceptación de la personalidad individualista variará según el trasfondo cultural de donde provenga la persona. La cultura establecerá la capacidad de tolerancia a las frustraciones, las experiencias que poseerá, los problemas que tendrá que afrontar y las normas que lo regularán. Asimismo, la cultura conserva una moral distintiva, valores y formas de comportamiento. En culturas individualistas como las nuestras en Occidente ser diferente esta mejor visto cada vez más. A los que no se arriesgan a sobresalir se les llama aburridos y estrictos.

Finalmente, me atrevo a afirmar que si realmente hemos avanzado en cuanto a la tolerancia de la persona y sus excentricidades, no hemos podido aceptarla completamente. Aunque la historia nos reafirma esta verdad, debemos aspirar a ser incomparables el uno del otro y desarrollarnos libremente. Esto, expandirá nuestra imaginación y revolucionara cada norma, cada regla impuesta. Paulo Coelho enuncia la ley que debemos aplicar: “El Mundo esta en las manos de aquellos que tienen el coraje de soñar y correr el riego de vivir sus sueños”. Nuestra felicidad dependerá de la exploración de nuevos caminos, sin importar nuestro desempeño nos comprometeremos a aceptar cualquier reto.

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