miércoles, 5 de mayo de 2010

El vals de la amargura



Mi vida debo definirla como un hueco sin salida. Un miserable callejón, como las páginas vacías de un libro donde nunca se escribirá la palabra felicidad. Un sueño sin esperanza, como la obra melodramática de un vagabundo, una lagrima solitaria, yo solo deseo desaparecer sin ser vista, sola, en la nada, ni nadie, sola, dormir sin soñar, sin sentir, en silencio, inseguridad, temor, miedo, se apoderan de mí. Frustración a no hacerlo a quedarme perdida, pérdida sin rumbo. Yo solo quiero ser diferente: ser feliz, estar feliz, segura de quien soy, de con quien estoy, de que hago y lo que tengo. Herida, Hurtada, Abandonada, me falta inspiración, ilusión, cariño a la vida…Interés. Siempre seré un ser incompleto, hueco, insatisfecho, falso, agobiado. Llanto, gritos, me ahogo…muero por fin…Aun así nadie me escucha.

Nunca me he sentido más feliz en mi soledad que hoy cuando quedo sorda sin comprender. Mi mundo es mi mundo y en el nadie me hace daño. Mi sonrisa se amplia.

Mariposas muertas vuelan en mi alma marchitas, rosas secas me halagan, sonrisas falsas me aplauden, sentimientos no expresados me acarician, todo a mi alrededor muere quedándose mudo.
 Mas de una vez he sentido que he perdido algo que no regresara, algo que me marcará algo que no olvidare, algo que me transformara, algo que me hará madurar en otro sentido de mi vida.

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