El viernes llore de decepción y por conformidad. Llore por no caminar.
Hay caminos que aunque queremos recorrer, nos dan mucho temor, temor a equivocarnos o a defraudarnos por no cumplir con lo necesario, pero aun asi caminamos ciegamente el recorrido hacia lo que queremos. Muchas veces queremos llorar luego de una decepcion, y el orgullo se interpone, nos levanta y tenemos nuevas fuerzas. Y cuando estamos muy cerca de que nuestros sueños se conviertan en realidad, temblamos, no dejemos que el temor nos detenga, escucha a tu alma, aquella que se vuelve anarquica cuando nos quedamos callados, que detona cuando nos guardamos un beso o que solloza de cólera cuando bajamos la cabeza, Sabemos que hay mas de nosotros para dar, que sabemos exactamente lo que queremos, no nos detengamos y hagamoslo. Caminemos..!!
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